La historia humana está llena de casos insólitos, pero esta historia de una pequeña niña es más extraña de lo normal. Su vida se vio marcada para siempre por un evento que fue milagroso y además perturbador en muchos niveles. Esta es la clase de historia de la que normalmente conoceríamos todos los detalles, pero muchos aspectos siguen siendo un misterio.
Lina Media estaba dando a luz a un bebé cuando otras niñas de su edad aún estaban aprendiendo lo básico de cuidarse a sí mismas. Cuando escuchó por primera vez la historia, el mundo entero del siglo XX quedó impactado de que algo así pudiera sucederle a una niña tan joven.
Todo el mundo pensó que estaba enferma
En 1939, la joven Lina comenzó a experimentar constantes náuseas y dolores de estómago, y su panza comenzó a crecer. Sus padres estaban desesperados intentando descubrir la causa del sufrimiento de su hija, por lo que finalmente hicieron lo que cualquier padre consciente haría y llevaron a su hija a un hospital.
Cuando el Dr. Gerardo Lozada, el médico local, examinó a Lina, todo el mundo estaba asombrado por el diagnóstico. Lo que inicialmente pensaron que era un tumor, resultó una condición que estaba más allá de lo que cualquier niña apenas en edad preescolar podría siquiera comprender. Tan difícil de creer como parece, sus síntomas eran de hecho signos de embarazo.
7 meses de embarazo a los 5 años de edad
Sorprendido también por su propio diagnóstico, el Dr. Lozada transfirió a Lina a una clínica en Lima, donde él era el doctor principal. Allí, sus colegas examinaron a la niña de 5 años y llegaron a la misma asombrosa conclusión de que su hinchazón abdominal era causada por algo aún más inusual que un tumor.
Basado en su historia médica, el Dr. Lozada y sus colegas determinaron que Lina ya tenía 7 meses de embarazo. Cuando el Dr. Lozada se dio cuenta de las implicaciones reales de la situación de Lina, entró en contacto con la policía para reportar que había ocurrido un serio crimen.
El monstruo que la violó permanece oculto
Sólo podemos imaginar la incredulidad que los pares de Lina deben haber sentido cuando descubrieron que su hija iba a tener un bebé a tan corta edad. Incluso peor debe haber sido el horror de que alguien le había robado su inocencia a su hija, y ellos no fueron capaces de protegerla.
Lo más perturbador sobre el caso de Lina es que no pudieron descubrir quién la había violado. La niña nunca les contó a sus padres o a las autoridades quién había sido, y es posible que ni siquiera lo supiera. Después de todo, nunca pudo responder claramente ninguna pregunta sobre el incidente.
Solo era una inocente niña pequeña
Antes de los desafortunados eventos de su vida, Lina Marcela Medina de Jurado era como cualquier otra niña pequeña: curiosa, animada y entusiasmada por aprender. Nacida en 1933, creció en Ticrapo, Perú, en la provincia Castrovirreyna, junto con sus 8 hermanos.
Los padres de Lina no eran diferentes a cualquier otro matrimonio peruano, siguiendo los roles de género. Su padre, Tiburelo Medina, trabajaba como orfebre para mantener a su familia, mientras que la madre, Victoria Losea, se quedaba en casa cuidando de los 9 hijos.
El caso más joven de pubertad precoz
Normalmente las niñas alcanzan la pubertad a los 11 años y los niños a los 12. Sin embargo, si sucede antes de los 8 años en niñas y 9 en niños se clasifica como pubertad precoz, y Lina es el caso más joven conocido de esta extraña condición.
Aunque la causa principal de la pubertad precoz es desconocida, puede ser desencadenada por tumores, infecciones, anormalidades en el cerebro, súbitos cambios hormonales o lesiones. Los niños pueden ser medicados después de recibir el diagnóstico, pero una vez que una niña tiene su primera menstruación ya puede tener bebés.
Empezó a menstruar a los 3 años
La historia médica mostraba que su madre había reportado que los ciclos menstruales regulares de Lina habían comenzado a los 3 años. Sin embargo, análisis posteriores de los ovarios de Lina indicaron que pudo haber tenido su primera ovulación 8 meses después de nacer.
Durante los exámenes, también se descubrió que Lina tenía senos completamente desarrollados, caderas más anchas que cualquier niña promedio y crecimiento óseo post adolescente. En otras palabras, cuando quedó embarazada ya su cuerpo era el de una pequeña e inmadura mujer lista para dar a luz.
Sus padres creían que estaba siendo atormentada por un espíritu malvado
Cuando la hija de Tiburelo y Victoria comenzó a quejarse de náusea crónica y dolor de estómago, notaron que su estómago estaba inusualmente hinchado. La gente del pueblo en su villa aborigen pensó que estos eran signos de las travesuras de un espíritu maligno, por lo que los padres de Lina la llevaron a que un chamán la curara.
Sólo después de que los muchos rituales del chamán no lograran hacer sentir mejor a Lina, fue que sus padres decidieron llevarla a un hospital cercano en Pisco. Fue en estas instalaciones que conocieron al Dr. Lozada y descubrieron la verdadera y extraordinaria naturaleza de la condición de Lina.
Necesitó cirugía para dar a luz
Es posible que una niña de 5 años sea capaz de soportar una panza de embarazo, pero la pelvis de Lina seguía siendo demasiado pequeña para tener al bebé de manera natural. Debido a esto, el Dr. Lozada recomendó que se hiciera una cesárea, y la cirugía tuvo lugar cuando el embarazo de Lina llegó a término más de un mes después.
Lina tuvo a su bebé el 14 de mayo de 1939, en una clínica en Lima, donde un equipo de tres devotos doctores la ayudó: el Dr. Lozada, su asistente el Dr. Alejandro Busalleu y el Dr. Rolando Colareta, quien administró la anestesia. El recién nacido resultó ser un varón.
Nombraron al recién nacido en honor al doctor
El Dr. Lozada, sin lugar a dudas, fue instrumental en resolver el misterio de la condición de Lina y en asistir el parto. El ginecólogo incluso documentó sus descubrimientos en una filmación sobre Lina y su bebé, la cual presentó mientras daba una conferencia en la Academia Nacional de Medicina de Perú.
Como el Dr. Lozada había cuidado tan bien de Lina y del bebé para asegurarse de que sobrevivieran la odisea, el hijo de Lina fue nombrado Gerardo en su honor. El doctor continuaría jugando un papel importante en las vidas de Lina y su hijo Gerardo.
La sospecha recayó en los miembros masculinos de su familia
En su búsqueda del hombre que había embarazado a Lina, las autoridades investigaron dentro de su propia casa por el sospechoso más obvio de todos. Primero arrestaron al hombre más cercano a Lina, su padre Tiburelo. Sin embargo, no había evidencias o testigos en su contra, por lo que eventualmente lo liberaron.
Después de Tiburelo, uno de los hermanos de Lina fue el siguiente en quedar bajo escrutinio, incluso aunque tenía una discapacidad mental. Las autoridades lo detuvieron para investigarlo, pero tampoco pudieron encontrar pruebas que lo implicaran como el agresor. Solo estuvo preso unos pocos días.
Hubo mucha especulación sobre el padre real
A pesar de la falta de evidencia convincente en el caso, hubo cierta especulación sobre cómo Lina se convirtió en madre a los 5 años. Una teoría se centra en su tarea doméstica de lavar la ropa en el río cercano. Frecuentemente lo hacía sola, y alguien pudo haberse aprovechado de ella estando allá.
Otra teoría gira entorno a los festivales religiosos que se llevaban a cabo a lo largo del año en villas indígenas remotas como la de Lina. Algunos dicen que la niña pudo haber quedado embarazada al verse envuelta en las relaciones íntimas de alguno de los grupos, que eran algo común durante las festividades.
Su hijo pensaba que Lina era su hermana
Gerardo Medina era un bebé saludable, pesando 2,7 kg al nacer. Lina también se pudo recuperar de la cirugía con apenas complicaciones menores, lo cual fue extraordinario considerando los muchos peligros del procedimiento al que tuvo que ser sometida a tan corta edad.
Quizás para evitar confundir al bebé, los padres de Lina no le dijeron a Gerardo que ella era su madre, permitiéndole pensar que era su hermana mayor. No le revelaron a Gerardo su verdadero parentesco con Lina hasta que el niño cumplió 10 años, edad suficiente para entender la situación.
El Dr. Lozada se comprometió a apoyarla
A pesar de sus circunstancias inusuales, madre e hijo crecieron llevando una vida bastante bien ajustada. Fue todo gracias a la madre y el padre de Lina, que hicieron de su misión asegurarse de que ambos tuvieran una vida tan normal como ellos podían darles.
Cuando Lina se convirtió en una adulta joven, el Dr. Lozada (sí, el mismo que la había ayudado asistiendo el parto de su tocayo) la contrató como su secretaria en su clínica de Lima. Como resultado, se pudo permitir no solo ir a la escuela ella misma sino enviar también a Gerardo a la escuela secundaria.
Finalmente encontró el amor
Solo podemos imaginar lo difícil que debe haber sido para Lina encontrar una pareja que entendiera las vicisitudes que atravesó cuando apenas era una niña. Aunque eventualmente tuvo una hermosa boda con el amor de su vida, Raul Jurado.
Posterior a que la pareja contrajera nupcias a principios de los años 70, Lina tuvo otro hijo en 1972, a sus 38 años, al cual nombraron en honor a su padre. Con pocos recursos, la familia tuvo una vida simple en Chicago Chico, uno de los distritos más pobres de Lima.
Gerardo murió a los 40 años de una infección de médula ósea
Habiendo pasado su infancia pensando en Lina como su hermana, debe haber sido difícil para Gerardo entender que realmente era su madre, sin mencionar todo lo que implicaban las circunstancias de su nacimiento. Pero con el apoyo de toda su familia, pronto se convirtió en un robusto hombre.
En una ocasión una cámara capturó a Gerardo y a su madre cuando él tenía alrededor de 18 años. Lamentablemente, murió en 1979 a los 40 años. Su vida fue acortada por una infección de médula ósea, pero no había ninguna indicación de que la enfermedad estaba relacionada con su inusual nacimiento.
El Dr. Edmundo Escomel hizo que la historia fuera conocida en todo el mundo
Hasta que le sucedió a Lina, casos como el de ella eran prácticamente desconocidos. Como resultado, su fama se esparció rápidamente cuando su historia fue documentada y reportada por Edmundo Escomel. En ese entonces, él era uno de los doctores-investigadores más distinguidos de Perú, viniendo de la respetada Academia Francesa de las Ciencias.
Al final de uno de sus informes, Escomel se lamentó de que el violador de Lina seguía sin aparecer. Después de que los muchos reportes de Escomel sobre su embarazo fueran publicados, artistas, mercaderes, oficiales, diplomáticos y políticos comenzaron a hacerle todo tipo de ofertas a la familia de Lina, con la esperanza de obtener acceso a ella.
Algunas personas pensaron que se trataba de un engaño
Es completamente natural, teniendo en cuenta la asombrosa naturaleza de las circunstancias de Lina, que algunos observadores acusaran a la familia de inventárselo todo. Cuando los intentos de los medios de noticias peruanos que trataban de entrevistar a la niña a cambio de grandes sumas de dinero fallaron, se vieron forzados a recurrir a la especulación.
Pero a lo largo de los años, unos cuantos doctores han confirmado la historia de Lina haciendo biopsias y rayos x al esqueleto. Además, para darle autenticidad al caso había dos fotos publicadas, una de las cuales mostraba el perfil del vientre desnudo de Lina a los 7 meses y medio de embarazo.
Lina nunca disfrutó la atención de los medios
Además de los noticieros locales, los medios internacionales también le hicieron ofertas económicas a Lina y a su familia. Incluso instituciones públicas y privadas tenían sus propias propuestas. Pero la familia de Lina estaba tan determinada a mantenerla a ella y a Gerardo lejos de la atención pública que rehusaron todas las ofertas.
Una oferta rechazada fue de una compañía productora norteamericana dispuesta a pagarle a la familia de Lina $5,000 dólares para hacer una película sobre ella. La atención de los medios llegó a ser tal que el gobierno peruano eventualmente designó una comisión para proteger la privacidad de los Medina, frenando todos los reportajes intrusivos.
Se llevó sus secretos a la tumba
Teniendo en cuenta su actitud de toda la vida sobre las miradas chismosas de los entrometidos, tiene sentido que no se sepa mucho de Lina y su pequeña familia. Su aparición pública más reciente fue en un periódico local en 2010, para protestar que el gobierno nunca la compensó por demoler la casa de su familia para construir una carretera.
Lina es tan privada que ni siquiera estamos seguros de que siga con vida. Se rumorea que falleció en noviembre de 2015 de un infarto. Ya que el esposo de Lina, Raul, vivió con ella todos esos años, quizás sea una de las pocas personas con las que compartió sus experiencias como la madre más joven de la historia.
Lamentablemente, el trágico caso de Lina no es único…
Unos pocos años antes de que Lina concibiera a su primer hijo, una niña de Ucrania llamada Liza había sufrido el mismo triste destino. Liza tenía 6 años, pero su bebé fue menos afortunado que Gerardo. Además, a diferencia del caso de Lina, la familia sabía quién era el perpetrador: el abuelo de 70 años de Liza.
Tan horripilante como suena, ha habido otros casos que se han reportado de niñas embarazadas, como el caso de Liza, a lo largo y ancho del mundo a través de los años, aunque no han tenido tanta publicidad como el caso de Lina. Solo podemos desearles paz y confort a todas las niñas pequeñas que han sido privadas de su inocencia por hombres perversos.