Durante años, una figura misteriosa se escondió en la oscuridad de un pueblo rural de Maine, entrando a casas a robar y huyendo. Nadie había visto nunca a la persona y ni siquiera sabían si era un humano o un demonio sobrenatural cometiendo esa serie de crímenes. Lo único que sabían era que estaban asustados y que incluso la policía era incapaz de detenerlo. ¿Quién estaba realmente detrás de todo?, ¿por qué alguien estaba entrando misteriosamente a las casas de la gente y robándose los objetos más extraños? Sigue leyendo para descubrir el misterio de esta increíble historia.
1. Alguien está observando
Por casi 30 años, los residentes de North Pondo, en Maine, habían estado escuchando perturbadores susurros en la noche. La gente se despertaba por ruidos alarmantes, pero cuando encendían las luces no había nada. En una ocasión alguien observó una figura acechando, pero nada más. Podían sentir que algo había estado arrastrándose en la oscuridad y sabían que algunas cosas desaparecerían poco después.
¿Quién era esta siniestra criatura o demonio arrebatándoles sus cosas? Los habitantes de este placido pueblo vivían aterrorizados cada vez que se iban a dormir. ¿Por qué este ladrón demente los estaba acosando día tras día?
2. Un extraño criminal
Quien quiera que fuera el ladrón, era alguien increíblemente raro. El ladrón se robaba objetos pequeños: libros, revistas, comida chatarra, jeans, chaquetas de invierno, botas, radios pequeñas y baterías. Nunca equipos caros que fácilmente se venderían por miles de dólares. Los rumores se dispararon y al ladrón asechador le adjudicaron cualquier cantidad de sobrenombres particulares como “El Ermitaño del Estanque del Norte”, “El Monstruo del Lago Ness de Maine”, “El Yeti Sigiloso”, “El Hombre Hambriento” y “El Hombre de la Montaña”.
Las casas vacaciones y las cabañas eran usualmente hurtadas a mitad de semana, cuando los dueños no estaban. Los vecinos vivían bastante lejos los unos de los otros y no había nadie que capturara al ladrón en el acto. Era un caso increíblemente extraño y la policía se empecinó con encontrar a este maleante. ¿Era posible que este ladrón molestando a la comunidad tuviera planes más siniestros?
3. Siendo observados siempre
Vivir en constante terror se había vuelto una ocurrencia regular para las pocas personas que vivían en North Pond. “Siempre sentimos que nos está observando”, dijo un residente en una entrevista con GQ en 2014. Ya ni las puertas ni ventanas estaban sin seguro. Las cámaras se volvieron una necesidad, pero de alguna forma el ladrón era capaz de burlarlas. Por lo que se dirigieron entonces a la policía. Regularmente llamaban a la policía, aunque no podían hacer nada. Sin embargo, después de varios años tuvieron suficiente.
Aunque no había mucho que la policía pudiera hacer sin identificar al perpetrador del crimen, estuvieron de acuerdo en hacer un reporte, llamando al ladrón sin rostro “Ermitaño Ermitaño”. Aún así, en 27 años nadie había podido siquiera ver a este criminal. ¿Se trataba del trabajo de un humano o algo completamente diferente?
4. Comienza la cacería
Todo cambió en la primavera de 2013. Quien quiera que fuera este criminal, había escogido como objetivo el campamento Pine Tree Summer. Aparentemente era el lugar perfecto para robar: fácil de escabullirse y abundantes suministros y comida. Seguramente nadie notaría si algo faltaba.
Sin embargo, el culpable no se fijó en algo importante: ya la policía estaba siguiéndole el rastro. Además, el campamento Pine Tree Summer era administrado por el Sargento de la policía Terry Hughes. Quien había ideado un plan perfecto para atrapar al criminal. La cacería había comenzado.
5. Vigilancia en cada paso
A pesar de estar en lo profundo del bosque en un campamento empapado de naturaleza, el Sargento Hughes hizo todo lo posible por crear la trampa perfecta para capturar a la persona detrás de los crímenes. Cámaras, silenciosos sensores de movimiento de uso militar y reflectores industriales fueron instalados en cada sección del terreno donde había objetos que podían ser robados, especialmente la comida.
Ya el campamento había sufridos los ataques del culpable para procurarse aperitivos a altas horas de la noche, por lo que instalaron un sensor de movimiento con una alarma silenciosa en la cocina. La última vez que el ladrón estuvo ahí, varios objetos fueron robados, incluyendo la llave extra de la cocina. El Sargento Hughes sabía que el criminal regresaría. Ahora todo lo que tenía que hacer era esperar.
6. El primer vistazo
La noche del 4 de abril de 2013 se activó la alarma en la casa del Sargento Terry Hughes. Eso significaba que alguien estaba en la cocina del campamento. Estaba instalada en la parte de atrás de una maquina de hielo. Hughes llegó a la escena, esperando encontrar un fornido criminal, posiblemente armado; como mínimo, se esperaba un desaliñado vagabundo desesperado por comida.
Asomándose a la cocina por la ventana, Hughes descubrió que la persona no era para nada lo que había imaginado. Estaba limpio y bien vestido. Su rostro suave denotaba que recientemente se había afeitado. Incluso tenía un poco de sobrepeso. ¿Quién era este ladrón que parecía simplemente un ordinario hombre de mediana edad? El Sargento sabía que ahora era el momento de actuar.
7. Capturado in fraganti
Mientras el hombre misterioso salía del comedor, llevando una mochila llena de comida, el Sargento Hughes lo cegó con una enorme linterna, sosteniendo un arma en la otra mano. Le gritó al hombre que “se lanzara al suelo”. Y sorprendentemente el intruso acató las órdenes al instante.
Cuando el hombre se arrodilló, se le cayeron trozos de caramelo. Una policía estatal, la oficial Diane Perkins-Vance, ya estaba en la escena, y los dos policías esposaron al sospechoso a una silla. No opuso resistencia. Entonces notaron su piel pálida y anteojos expirados. No tenía identificación y al principio se rehusó a responder preguntas. Lentamente comenzó a revelar su increíble historia.
8. Décadas a solas en el bosque
Tomó dos horas hasta que el hombre finalmente comenzó a hablar. La oficial Perkins-Vance le preguntó por qué no quería responder sus preguntas. Él contesto que estaba “avergonzado”. Pronto reveló su nombre: Christopher Thomas Knight. ¿Trabajo? Nada ¿Dirección? El bosque. ¿Las cosas se podían poner más extrañas?
La gran sorpresa fue cuando le preguntaron cuánto tiempo había estado viviendo en el bosque. No tenía sentido del tiempo, pero recordaba que el desastre de Chernóbil había sucedido antes de que se fuera al bosque. Eso significa que comenzó a vivir en los bosques en 1986. ¿Qué hizo que este hombre de aspecto normal se recluyera a una vida en soledad y robos en el bosque?, ¿y cómo sobrevivió allá afuera durante 27 años?
9. Los primeros años de Christopher Knight
Christopher Thomas Knight nació el 7 de diciembre en 1965, en Albion, Maine. Siempre fue solitario desde que nació. Su familia no era diferente. “Tuve buenos padres”, recordaba. “No derrochábamos emociones los unos con los otros. No éramos delicados. El estoicismo era esperado”. La gente lo desconcertaba; le costaba relacionarse con otros más allá de un nivel básico.
Cuando joven, Christopher era reservado y se mantenía ocupado con las cosas que más le importaban. Pero tan extraño como puede haberles parecido a otros, nadie esperaba que se aislara completamente del mundo.
10. Un futuro prometedor
Knight había sido un talentoso estudiante a lo largo de sus años de secundaria. Sus notas eran excepcionales e incluso se graduó adelantado, pero nunca hizo amigos. Después de la secundaria, se fue directo a la Escuela Técnica Sylvania en Waltham, Mass, donde estudió electrónica. La ciudad, ubicada cerca de Boston, definitivamente era un cambio de ambiente de su vida en Maine. Pero aún así no hizo amigos. Después de teminar su semestre de 9 meses, fue capaz de obtener un trabajo exitoso instalando alarmas de autos y casas.
Estaba decidido a comprarse un carro, y eventualmente obtuvo su bien ganada Subaru, aunque por supuesto vino con un precio. Pidió un préstamo, el cual su hermano aceptó apoyar. Sin embargo, hasta el día de hoy está en deuda con su hermano. Ni él ni nadie sabía que pronto se iba a desvanecer de la nada.
11. Un dotado solitario
De cabello oscuro y con lentes, Christopher Knight usualmente intentaba parecer tan pequeño y modesto como era posible. Era el hermano del medio, con cuatro hermanos mayores y una hermana menor. Durante su infancia, fue a varios viajes de cacería con su padre y a veces se quedaban dormidos en la parte de atrás de la pick-up, nunca en una tienda.
Su vida familiar no era particularmente infeliz o turbulenta; simplemente eran muy reacios a compartir su vida privada con el mundo. Tenía cuatro hermanos, por lo que naturalmente la rivalidad entre hermanos era común. Aunque no eran particularmente ricos, los padres de Knight adoraban el arte y el conocimiento. Todas las noches convocaban a sus hijos para discutir un poema de algún tipo. También se deleitaban con las maravillas de la ciencia; la física era un tema popular. Para 1986, a sus 20 años, Christopher Knight vivía y trabajaba cerca de Boston, Massachusetts. Práctico y eficiente, trabaja en la industria de seguridad y equipaba de manera experta casas y autos con sistemas de alarma de vanguardia. Tenía un trabajo seguro y parecía irle bien en la vida.
12. Una vida simple, pero estable
Nadie podía haberse imaginado que Knight se levantaría un día y se iría, desligándose indefinidamente de las exigencias del mundo. De hecho, probablemente él mismo nunca imaginó que podía lograr algo así tampoco. Tenía tantas cosas buenas sucediéndole y una carrera en ciernes. Era más de lo que Knight podía manejar.
Cuando finalmente decidió dejarlo todo, no se despidió de sus familiares o conocidos. No dio un preaviso de dos semanas en el trabajo. Simplemente se desvaneció un día, de improviso. En una entrevista recordó: “no tenía planes cuando me fui, no estaba pensando en nada. Solo lo hice”.
13. Un buen logro que vino con un precio
Sin estar armado con un compás o un mapa, Knight siguió el sol, aún ardientemente caliente en el cielo de verano, y se dirigió al sur, simplemente conduciendo hasta que su auto consumió toda la gasolina. Abandonó el auto y comenzó a caminar hacia adelante hasta que su nuevo Subaru no era más que una mota de metal en la distancia. Incluso dejó sus llaves a plena vista en el tablero. Todo era parte de un mundo que quería dejar atrás.
Lo más extraordinario de la gran decisión de Knight de dejar todo atrás es que nunca fue algo que planeara activamente. La única posesión que se llevó con él fueron la tienda de campaña y una mochila. ¿Cómo iba a sobrevivir si quiera una semana en esas condiciones?
14. El impulso de huir
Claro, como cualquiera, puede que haya fantaseado con una vida simple, silencio y soledad. Para alguien con tan poco entrenamiento de supervivencia, sería increíblemente fácil terminar lesionado, desfallecer de hambre y morirse solo en el bosque.
En sus primeras dos semanas viajó por los bosques de Maine, guiado solo por sus instintos. Sin embargo, Knight pronto descubrió que no podía sofocar un deseo innato. Eso fue lo que eventualmente lo llevó a recurrir a una vida de crimen.
15. El escape
Aunque la intención inicial de Knight no era vivir en el bosque, y definitivamente no estaba preparado para eso, tenía el deseo de hacer una cosa: simplemente vagar por ahí, perderse y estar completamente solo. No tenía deseos de hablar con otras personas o encontrárselas. “Pronto perdí la noción de dónde estaba”, diría más tarde en una entrevista, hablando sobre sus primeros días solo en la naturaleza. “No me importaba… estaba a gusto con la decisión que había tomado”.
Aunque tenía experiencia cazando, no se llevó implementos o armas en su excursión vagamente planeada. Sus primeras semanas las invirtió buscando la poca comida que existía en la naturaleza, como las bayas. ¿Realmente podría sobrevivir solo con esto el resto de su vida?
16. No es el típico ermitaño
Puede que la palabra ermitaño evoqué cierta cantidad de imágenes fantasiosas. Algunas personas pueden imaginarse un cangrejo encogido en su caparazón espiral. Otras personas pueden imaginarse a un viejo sabio, perdido en su meditación, en lo profundo de una cueva, siempre listo para impartirle su sabiduría a un cansado viajero. De manera simple, un ermitaño es una persona que escoge vivir solo, a menudo recluido del mundo exterior. Algunas personas escogen la vida de ermitaño por razones religiosas. Otros lo prefieren por la simplicidad que conlleva.
En el caso de Christopher Knight, no llegó a esta extraña forma de vida por convicción religiosa o alguna razón clara. Para él, simplemente sucedió. A diferencia de otros ermitaños en la historia, él nunca recurrió a pedir dinero o vender productos en la calle para comprar comida. No quería ningún contacto humano en lo absoluto y llegaría a extremos para obtener lo que quería.
17. Felizmente perdido
Aunque Knight tenía muchos deseos de perderse completamente en la naturaleza, eventualmente encontró un lugar donde quería establecerse y fue cuestión de ensayo y error. Su viaje continuó por varios meses y Knight encontró varios lugares que podrían funcionar como su nuevo “hogar”.
Allí, finalmente fue capaz de dejar las pocas pertenencias que trajo consigo. Pero aún había otros problemas más apremiantes de los que Knight no podía escapar, sin importar cuánto lo intentara.
18. Encontrando comida
A Knight no le tomó mucho darse cuenta de que las provisiones que había traído consigo no serían suficientes. Esta comprensión le llegó en un momento desafortunado: cuando estaba incómodamente experimentando los serios dolores del hambre. A pesar de lo vasto de los bosques de Maine, hay pocas cosas para comer. Algunas plantas comestibles solo duran un fin de semana antes de acabarse. Habría sido una historia diferente si Knight hubiese planeado cazar o pescar, pero no lo había hecho.
Mientras caminaba en una desesperada búsqueda de comida, finalmente se topó con su primera probada de carne estando en la naturaleza: un pájaro muerto en el camino. Procedió a comérselo crudo. Era poco, y sus planes para alimentarse pronto necesitarían una fuente más abundante. Incluso el mismo Knight no se imaginó que iba a tener que recurrir a lo que vino después.
19. Empezó con cosas pequeñas
Knight sabía desde el principio que no debía meterse en las cabañas de gente desprevenida. Sin mencionar que no quería encontrarse con otras personas o que perturbaran su soledad.
Comenzó robando pequeños objetos de jardines, llevándose una mazorca aquí, un tomate allá. Algunas veces reunía el valor de llevarse algunos vegetales extra. Nada que no pudieran atribuir a un hambriento y curioso conejo, en realidad.
20. Dame refugio
Cuando Knight se topó con esta apartada zona de Maine por primera vez y tomó la decisión de quedarse, tuvo que hacer todo lo posible por sobrevivir. Esto tenía que ver no solo con encontrar comida sino con procurarse un refugio.
Claro, tenía una carpa, pero ¿qué tanto iba a aguantar cuando lloviera? Especialmente cuando la tierra estaba tan fangosa y moldeable. Una noche tomó la imprudente decisión de dormir dentro de una cabaña vacía.
21. Era un extraño indeseable y lo sabía
Acampar en una cabaña puede llegar a ser toda una experiencia, cuando se trata de tu propia cabaña. Pero cuando te escabulles en la casa de un extraño con la posibilidad de que en cualquier momento te atrapen, las cosas se pueden poner estresantes.
Esa noche, Knight yacía en la oscuridad seguro de que los verdaderos habitantes de la cabaña llegarían en cualquier momento y lo encontrarían enfurruñado en las sombras. No hace falta decir que la siguiente mañana lo encontró nervioso y sin descansar. Desde entonces, Knight prometió nunca volver a dormir en interiores, sin importar la severidad de los elementos de la naturaleza.
22. Encontrando la casa perfecta
Para Knight, encontrar el lugar correcto para quedarse tomó un tiempo. Huecos profundos con los que pocos senderistas se toparían eran posibles candidatos. Después de todo, ¿quién se tomaría la molestia de dar tumbos por la oscuridad y encontrarse con un mal humorado oso o un hombre desconocido?
Intentó establecerse cerca de la ribera del río, pero no se sentía bien ahí. Cuando finalmente encontró la casa de sus sueños lo supo inmediatamente.
23. Senderos irregulares
Rebosaba de maleza, implacable y empalagosa. Un solo camino serpenteaba hasta llegar a un pensamiento incompleto de polvo y rocas. Las rocas se alzaban sobre el área, proyectando sombras y evitando que el sol entrara más allá de unos pocos rayos de luz.
Era un área que nadie nunca visitaría, asumió. Se instaló en un claro rodeado de grupos de rocas. La entrada al espacio solo era posible a través de un pasaje oculto al ojo visible. Puso la tienda de campaña con poco incidente. Su nuevo hogar estaba listo. Era perfecto para él. La vida como la conocía estaba a punto de comenzar de nuevo. ¿Pero a qué precio?
24. Los bosques, mi hogar
Knight finalmente aceptó su nuevo hogar en el bosque. Tendría que tropezar con rocas y tierra húmeda y arreglárselas con lo que la naturaleza proveía en tiempos desesperados. Pero eso es justamente lo que hizo cuando surgió la necesidad.
Aprovechando su naturaleza ingeniosa, a menudo tomaba nieve en la mano y la bebía derretida. Las revistas que cubrían su piso también eran excelentes para absorber agua, lo que aseguraría que nunca tuviera sed. Por supuesto, había algunos bienes que la naturaleza simplemente no podía proveer.
25. Hogar dulce hogar
Su hogar improvisado era una maravilla de ingenio. Escondido detrás de rocas cubiertas de musgo y sus imponentes sombras, Knight vivía entre revistas descartadas de National Geographic.
Recubrían el suelo terroso como una alfombra de retazos. Pero ¿cómo obtuvo tantas revistas para convertirlas en una parte tan crucial de su arquitectura simple pero funcional? Eso requirió un poco más de astucia y mucho sigilo.
26. Camuflaje
Knight tenía miedo de que alguien lo encontrara. Más tarde informó que temía incluso estornudar demasiado fuerte. Tenía que ser cauteloso con sus pasos, teniendo cuidado de no dejar huellas identificables en la nieve.
Después de todo, huellas humanas desconocidas tan cerca de nuestras casas son bastante más alarmantes que las de un conejo o un astuto mapache. Aun así, como un astuto mapache, Knight logró escabullirse en las cocinas y acogedores espacios de estar sin despertar sospechas, al menos por un tiempo.
27. Crecientes dolores de hambre
Las intenciones de Knight nunca fueron maliciosas. Nunca se volvió codicioso o demasiado aventurado.
Adoraba su independencia y nunca fue de aceptar ayuda de ningún tipo. Pero cuando el hambre llama, la desesperación crece. Y momentos desesperados requieren soluciones desesperadas, como dicen. Incluso la posibilidad de tener que encarar a otra persona.
28. Perfeccionando el arte del hurto
Es seguro decir que un hombre como Knight, que se ganaba la vida haciendo que las propiedades de la gente fueran más seguras, podía burlar incluso el sistema de seguridad más robusto con relativa facilidad.
Pero aun así se rehusaba a actuar de manera precipitada. Antes de entrar en alguna cabaña, observaría a los habitantes como haría con una parvada de gansos o un rebaño de búfalos. Tomó nota de sus idas y venidas, y cuánto tiempo pasaban fuera. Cuando estaba seguro de que nadie lo atraparía, manipulaba las cámaras de seguridad para estar seguro.
29. Se la dejaban fácil
A menudo las cabañas quedaban vergonzosamente inseguras: puertas sin seguro, ventanas abiertas. Después de todo, en un lugar tan recluido y pacifico como este ¿qué peligros se cernían más allá de un par de curiosas ardillas?, ¿quizás un par de gorriones?
Knight consideraba fáciles estos saqueos. Simplemente entraba en la cabaña como si se tratada de los propios residentes que habían olvidado algo, y después se retiraba a su guarida secreta.
30. Ni un rastro
El objetivo de Knight era saquear cabañas durante la semana, cuando la mayor parte de los vacacionistas no estaban. Muchas de las cabañas eran sus casas vacaciones e incluso si algo se perdía, ¿cuánto podían recordar realmente después de una semana lejos?
Quería dejar tan pocas huellas de su presencia como fuera posible. Si podía encontrar llaves extra, se las metía en el bolsillo o las mantenía ocultas en algún lugar seguro para poder acceder a la cabaña sin dificultades después.
31. Algunas veces solo pedía prestado
Knight tenía tanto cuidado de no levantar sospechas que nunca regresaba las cosas sin cuidado. Tomaba medidas adicionales para asegurarse de que las cosas que pedía prestadas terminaran exactamente donde las había encontrado, justo como estaban antes de tomarlas.
Una vez, robó una canoa con la esperanza de acceder a las cabañas del otro lado del agua. Cuando la devolvió a sus legítimos dueños, no la dejó empapado en agua, al aire libre. La ocultó debajo del follaje, como si la hubiera tomado la naturaleza en lugar de un ser humano.
32. ¿Y qué pasa con las cosas que se llevaba para él?
Cuando Knight iba en una de sus arriesgadas aventuras, tenía cuidado de llevarse solamente lo que necesitaba. Por supuesto, algunas veces lo que necesitaba era bastante, especialmente cuando se trataba de comida.
Los aperitivos dulces eran favoritos suyos. Barras de chocolate, tortas y otras confecciones lo mantendrían rechoncho y evitarían que lo consumiera el frío. También le gustaban las sodas, particularmente Mountain Dew. Cuando conseguía una, se la bebía sin pensar.
33. Las cosas que no podía comer
Por supuesto, un estómago lleno no era suficiente. También necesitaba mantener su refugio y ponerse creativo para mantenerse caliente.
Se robó una lona para colgarla sobre las rocas que componían su encantador hogar. También se llevó una sábana por aquí, una bonita chaqueta por allá. Revistas y libros eran un método común para entretenerse y mantener su mente activa. Sus víctimas tenían bastantes de esas. Sus favoritas eran National Geographic y Playboy.
34. ¿Cómo entraba?
Knight era tan cuidadoso sobre sus incursiones que nunca rompía ventanas o derribaba puertas con hachas. Su enfoque era mucho más cuidadoso y mostraba gran reverencia hacia la propiedad de sus víctimas.
Desmantelaba las puertas de sus bisagras cuando se escabullía dentro de las cabañas. Una vez que terminaba, talentosamente volvía a reinstalar la puerta.
35. Precisión inusual
Ni siquiera sus víctimas podían negar el cuidado que ponía Knight en sus incursiones. Notaban pequeños rasguños en los marcos de las puertas e incluso misteriosas virutas de madera aquí y allá. A diferencia de otros ladrones, nunca destrozaba ventanas o rompía cerraduras. Todo lo dejaba más o menos en su estado original.
“El nivel de disciplina que mostraba cuando entraba a las casas está más allá de lo que la mayoría de nosotros podría remotamente imaginar”, remarcó el Sargento Terry Hughes. “El trabajo… el talento con las cerraduras, su habilidad de entrar y salir sin ser detectado.”
36. Su dudoso legado
Se estima que Knight cometió un total de 1000 hurtos a lo largo de 27 años.
Algunos consideran que Knight es el perpetrador de “uno de los mayores casos de hurto en la historia de Maine”. Pero incluso con todos esos bienes que se robó, Knight tenía que enfrentarse al clima y los elementos. Y cuando vives en los bosques, las temporadas no llegan prolijamente. Se escabullen sobre ti ardiendo y mordiendo.
37. La vida de un ermitaño en verano
Cuando Knight llegó a su destino, el verano todavía seguía con sus días largo y sol ferviente. Pero incluso con el reluciente lago a su disposición, este paisaje no era exactamente un paraíso veraniego a primera vista.
Los senderos se perdían bajo secretas y sofocantes zarzas y árboles caídos. El suelo se hundía con agua de lluvia turbia. Así que no era un resort de playa. Pero Knight podía arreglárselas con eso. Serían los inviernos los que resultarían implacables.
38. La vida de un ermitaño en invierno
Cuando está imposiblemente frío afuera, tu mejor opción es mantenerte en movimiento. De hecho, eso es exactamente lo que Knight hizo para sobrevivir los brutales invierno de Maine.
Cada noche se acostaba cerca de las 7:30pm y se dormía. A las 2:00 de la madrugada estaba listo para comenzar su día. Temía morir congelado y sabía que la suerte estaba en su contra cuando hacer una fogata estaba fuera de discusión. Tan solo sudar demasiado podía ser su fin, su propio sudor encerrándolo en un fatal capullo de hielo.
39. Aceptando el frío
Al mismo tiempo, Knight nunca dejó que el frío del infierno lo detuviera. Cuando sentía una corriente de aire frío, lo disfrutaba como uno haría con el calor de una sábana de lana.
Algunas veces el frío era tan intenso que se metía debajo de su piel y dentro de sus huesos. Aun así, Knight perseveró con nada más que una leve congelación aquí y allá. Lo bueno del invierno es que había pocas personas acampando, permitiendo que pudiera movilizarse de manera menos riesgosa. Pero no podía negar la abundancia que traía el verano, especialmente cuando todo un campamento de verano se establecía cerca.
40. Las consecuencias
Seis meses después de su arresto inicial, Knight se presentó en el Tribunal Superior del Condado de Kennebec, el 28 de octubre de 2013. Se declaró culpable de sus 13 cargos de robo y hurto. Por esto, se le dio una sentencia de cárcel de siete meses, la cual cumplió. Resulta que gran parte de la sentencia ya la había cumplido desde que lo pusieron bajo custodia. Para evitar una sentencia de siete años, también tenía que reunirse con un juez todas las semanas los lunes, encontrar trabajo o comenzar a tomar clases de algún tipo.
Además, tendría que pagarles a sus víctimas un total de $1.500 dólares en restitución. También tendría que asistir a un programa para aquellos que luchan con problemas de salud mental y soportar tres años de libertad condicional. También tenía que abstenerse totalmente del alcohol.
41. Una jueza misericordiosa
La jueza que tomó el caso, Nancy Mills, tenía algo de debilidad por el gran Hombre de la Montaña, este “último verdadero ermitaño”. Por lo menos no creía que fuera capaz de lastimar a nadie y era poco probable que cometiera ningún otro crimen serio. Por lo tanto, se libró con una sentencia más ligera que otros que habían sido acusados con 13 cargos de hurto y robo. Muchos estuvieron de acuerdo en que no se merecía consumirse en la cárcel.
Un par de meses y una considerable cuota de dinero serían suficientes. La Jueza Mills sintió que podía salir algo bueno de todo esto, ¿pero era realmente suficiente para que Knight le diera una vuelta a su vida y volviera a integrarse al mundo exterior?
42. Regresando a la civilización
Al ser liberado de la cárcel, Knight estuvo de acuerdo con reunirse con la Jueza Nancy Mills todos los lunes como había prometido en su juicio, y juró abstenerse de consumir alcohol. Aparentemente estaba increíblemente comprometido a seguir estas órdenes, algo que no se habría atrevido a hacer en sus años mozos cuando luchaba contra las convenciones y simplemente hacía lo que le placía sin pensar en otros. Era increíble el progreso que este hombre, que no había tenido contacto humano por tanto tiempo, podía tener tan rápidamente.
Volvió a tomar las riendas de su vida. Reconectando con su familia mientras estaba en la cárcel, su relación finalmente comenzó a sanar, aunque los había abandonado hace tanto tiempo. Su hermano incluso le ofreció un trabajo, el cual tomó. ¿Todos estos cambios positivos se mantendrían?
43. Noticias de su familia
Al momento de su desaparición, nadie sospechaba que Knight se iría definitivamente. De hecho, sus padres nunca se molestaron en reportarlo como perdido.
Supusieron que volvería cuando estuviera listo. Solo se fue en una pequeña aventura, él solo. Cuando estuvo claro que se había ido, se rehusaron a creer lo peor. Él estaba allá afuera, vivo y sano. De eso estaban seguros. Y estaban en lo correcto.
44. El impacto que tuvo en Knight
Cuando vives en aislamiento, lo único que tienes es tu propia mente. Te acostumbras tanto a los silencios que cuando tienes que hablar, tartamudeas. No te puedes imaginar tus palabras llenando el aire.
De hecho, en 27 años que había estado lejos, Knight no cruzó palabras con nadie, excepto en raras ocasiones. Saludaba a los senderistas con un pequeño “hola”. Naturalmente, volver a conversar no fue fácil para Knight.
45. Una oportunidad de ser escuchado
Afortunadamente, a Knight le dieron la oportunidad de ser escuchado más allá de sus tartamudeos. Solamente este año, el periodista americano Michael Finkel publicó un libro sobre Knight titulado “The Stranger in The Woods”.
Para escribir este libro Finkel se tuvo que reunir con Knight en la cárcel. Allí, conversaron a lo largo de sesiones de nueve horas.
46. Las reflexiones de Knight
Christopher Knight ha dicho en varias entrevistas que no está orgulloso de lo que ha hecho.
No se considera a sí mismo como un maestro del hurto y genuinamente lo siente por aquellos que lastimó. Sobre su vida como ermitaño, Knight también tiene algunas cosas que decir.
47. Knight comparado con Thoreau
Knight ha sido frecuentemente comparado con el gran autor americano, y de alguna forma ermitaño también, Henry David Thoreau. Thoreau es famoso por su libro de 1854 “Walden”, en el que se fue a vivir solo a Walden Pond en Massachussets. Aunque no era necesariamente fan de Thoreau, Knight no podía evitar negarse a esta comparación. Claro, se había sumergido en la naturaleza y escribió bastante sobre ello. Pero Knight sentía que Thoreau tenía motivos que eran muy diferentes a los suyos para irse a la soledad de la naturaleza.
Knight sentía que Thoreau no se había ido a la naturaleza solo para vivir la experiencia, sino por la oportunidad de demostrar lo que era capaz de hacer. Mientras tanto, Knight tenía profundos y personales motivos para querer estar completamente solo. ¿Pero qué pasaba por su cabeza durante todos sus años en soledad?
48. Knight en soledad
Artistas, poetas y soñadores adoran la soledad. Nada más que la propia palabra en su majestad polisilábica evoca un sentido de grandeza y propósito. William Wordsworth, en su famoso poema “Erraba solitario como una nube,” remarcó “Vuelven con brillo súbito sobre ese ojo interior que es la felicidad de los solitarios.”
Para Knight, la soledad no siempre era tan poética. A veces incluso el mismo silencio ensordece. “La soledad otorga un aumento de algo valioso”, reflexionó. “No puedo dejar ir esa idea. La soledad aumenta mi percepción. Pero aquí está lo complicado: cuando apliqué mi percepción aumentada de mí mismo, perdí mi identidad. No había audiencia, nadie para quien actuar. No había necesidad de definirme a mí mismo. Me volví irrelevante.”
49. Knight sobre sí mismo
“Nunca me sentí solo”, remarcó Knight. “Si te gusta la soledad, nunca estás solo”. Knight no tenía ni un espejo en su refugio de rocas. A veces veía su reflejo cuando pasaba cerca de aguas tranquilas o en el cristal de una ventana. Pero no necesitaba saber cómo lucía para saber quién era. Incluso si había abandonado su identidad y su nombre hace mucho tiempo, seguía a gusto consigo mismo.
Así es como fue capaz de sobrevivir todo ese tiempo sin volverse loco, deprimirse increíblemente o sentirse solo. La mayoría de las personas no comparten su opinión y basan su sentido de sí mismos en los demás. Toda la identidad de Knight estaba basada en algo completamente diferente.
50. La opinión de Knight sobre la identidad
“Mis deseos se desvanecieron. No deseaba nada. Ni siquiera tenía un nombre. Para ponerlo de manera romántica, era completamente libre”.
Mientras sus asombrados testigos le adjudicaban nombres “Hombre Hambriento”, “Hombre de la montaña”, “Ermitaño Ermitaño”, Knight perdía familiaridad cada vez más con su propio nombre. Ya no era Christopher Thomas Knight. Era la tierra. Las rocas. El lago. El cielo. Era su sombra y una sombra de su antiguo ser.